El agua potable es un bien que debemos cuidar entre todas y todos. Si tenemos en cuenta los siguientes consejos podemos aprovechar este recurso sin desperdiciarlo.
No dejemos canillas abiertas, goteando o con pérdidas sin reparar. Al bañarnos, lavarnos la cabeza o las manos, cuidar el agua utilizando lo necesario. Cuando limpiamos o lavamos ropa también es importante usar la cantidad justa de detergente o jabón en polvo. De esta manera, no será necesario enjuagar de más. A su vez, a la hora de elegir un detergente, es importante que su envase especifique que es biodegradable, así también conseguiremos contaminar menos.
Regar las plantas y el césped durante las horas de menos calor para evitar la evaporación del agua. Asegurarnos de cerrar bien la manguera después de hacerlo. También es importante acostumbrarnos a limpiar el patio o la vereda con baldes: uno antes y otro después de barrer son suficientes.
Podemos incorporar fácilmente hábitos como reutilizar el agua que no vamos a usar para consumo. Por ejemplo, el agua del termo que se enfrió nos sirve para pasar el trapo de piso.
También es fundamental no contaminar ríos y mares con restos de sustancias tóxicas (pinturas, solventes, cementos, adhesivos). Lo mismo con los envases o desperdicios de comidas, latas, aceites, combustibles o insecticidas cerca de ríos, lagos, lagunas o arroyos.
En la Argentina, 32,8 millones de habitantes tienen acceso al agua potable por red pública. Esto representa una cobertura de agua del 83 por ciento. Según el Censo 2010, solo 19,4 millones de argentinos cuentan con desagüe, una cobertura de cloaca del 49 por ciento.
Asesoría en Epidemiología de OSDOP
Fuentes:
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