Araña de rincón, ¿por qué evitar su mordedura?
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Con un tamaño de apenas tres centímetros pero un veneno 15 veces más potente que el de una cobra, la araña de rincón es uno de los arácnidos más dañinos de nuestro país. Sin embargo, unos pocos cuidados pueden evitar los peligros que conlleva su mordedura.
Como su nombre popular lo indica, la araña de rincón (loxosceles Sp) puede encontrarse en esquinas de difícil acceso para la limpieza como recovecos de muebles, detrás de cuadros o entre zócalos y grietas. No suele ser agresiva, es solitaria, sedentaria, y huye de la luz y el ruido. Su actividad se da mayormente de noche.
Se reconoce tanto por su color marrón claro como por tejer una tela muy blanca y algodonosa. Aunque sus movimientos son rápidos, se puede distinguir una cola ligeramente alargada y peluda.
También es conocida como “araña violín” o “araña violinista”, por la imagen que lleva en su cefalotorax, aunque algunos señalan que la herida que deja en la piel es similar a la figura del instrumento musical. Esta araña se adapta a cualquier ecosistema, y aparece con más frecuencia durante las estaciones del año con temperaturas elevada.
Su veneno resulta 15 veces más tóxico que el de una cobra y 10 veces más potente que una quemadura con ácido sulfúrico por sus enzimas proteolíticas, que destruyen los enlaces peptídicos de las proteínas. ¿Qué puede provocar? Muerte de tejidos y glóbulos rojos, inflamación en los vasos sanguíneos, coagulación y alteraciones vasculares en la piel con áreas de vasoconstricción y otras hemorragias que llevan a la isquemia (falta de sangre) y formación de placas gangrenosas.
El cuadro clínico que deriva de su mordedura se conoce como loxoscelismo, puede afectar los órganos internos del cuerpo y la piel. Cuando el veneno consigue penetrar en el hígado y en las vías biliares, puede resultar letal.
Síntomas y tratamiento
La mordedura de la araña de rincón provoca un dolor a pinchazo intenso, seguido por la sensación de quemazón. Dejando una roncha de color rojizo. Síntomas como fiebre, escalofríos, agitación, náuseas, sudoración, dolor intenso en la cabeza o el abdomen y agitación, suelen aparecer entre cuatro y ocho horas más tarde. Con el correr de las horas los daños al sistema nervioso y las llagas en la piel pueden alcanzar órganos vitales.
La edad, el tamaño y el peso de las personas acelera la injerencia de este potente veneno. En los menores de edad, la aplicación endovenosa del antídoto resulta de urgencia para evitar que afecte los órganos. Muchas veces el mismo organismo consigue eliminar el veneno a través de la orina.
Si sospecháramos de haber recibido su mordedura, se sugiere poner hielo en la zona y acudir rápidamente al centro de salud. En lo posible, capturar en un frasco al arácnido agresor o fotografiarlo para que ayudar al médico a identificarla y realizar un pronto diagnóstico. No se puede administrar al paciente medicamentos orales ni sustancias para friccionar la zona.
Precauciones para evitar mordeduras
La picadura de la araña de rincón siempre es en defensa propia. La mayoría de los casos se da cuando la persona quiere aplastarla con su mano o entre sus dedos. También suele atacar en situaciones poco fortuitas, como aprisionarla con alguna parte del cuerpo mientras dormimos, o al vestirse con ropa colgada hace tiempo.
Entre las precauciones que podemos adoptar resulta eficiente el aseo con aspiradora y el orden periódico de espacios que sirvan de hábitat para el arácnidos. Antes de entrar a un ambiente oscuro, sucio, o que haya permanecido cerrado mucho tiempo, se aconseja iluminar el espacio y efectuar ruidos que sirvan de señal de alerta para que la araña se esconda.
También podemos separar las camas de la pared y revisar antes de dormir los rincones cercanos. Sacudir la ropa y el calzado antes de vestirnos es otro hábito a incorporar tanto por nosotros como por nuestros seres queridos. De igual manera se puede revisar cajas, objetos y juguetes en desuso antes de ser tomados por niñas y niños. Conviene también verificar espacios y rincones donde se desarrolle el esparcimiento, en especial aquellos que sirvan de escondite o atractivos para la exploración infantil. Si vamos a echar aracnicidas en lugares cerrados, comprobar su adecuación a este tipo de arañas y respetar todas las advertencias de uso.
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