A mediados de febrero de 2023, se detectó el primer caso de Gripe Aviar en una zona rural de la provincia de Jujuy. Un guardaparque halló un ave migratoria silvestre, de la especie Ganso Andino, muerta por esta enfermedad. Este hecho marca el ingreso de dicho virus, por primera vez, a la Argentina.
La influenza aviar es una enfermedad infecciosa que afecta a principalmente a las aves. Su agente causal es un virus de la familia Orthomyxoviridae. Se distinguen dos subtipos: uno de baja patogenicidad; y otro altamente patógeno, presentando diferentes síntomas en las aves infectadas.
La mayoría de los virus influenza que circulan en aves no son zoonóticos, es decir, que no contagian al ser humano. Sin embargo, algunas cepas de la influenza aviar de alta patogenicidad tienen la capacidad de infectar a los seres humanos. Esto representa una amenaza para la salud pública. Además, por sus características genéticas, estos virus evolucionan con gran rapidez.
Si bien las aves eliminan el virus a través de las heces y la respiración, puede trasmitirse por contacto directo con secreciones de aves infectadas. También de forma indirecta, por ejemplo, a través de los piensos (alimento para aves) y agua contaminada. La influenza es altamente contagiosa debido a la naturaleza del virus, resistente al medio ambiente y con capacidad de sobrevivir durante largos períodos y a muy bajas temperaturas.
En las aves, se presentan síntomas como la falta de apetito, dificultades respiratorias con secreciones nasales, diarrea y postración. También se puede observar un plumaje erizado y descoordinación en sus movimientos, hasta desembocar en la muerte del animal.
Los brotes recientes de enfermedades zoonóticas (Gripe del Mono, Gripe del Camello, Covid-19) vienen alertando a la población y preocupando a la comunidad médica. Llama la atención el paso de estas enfermedades entre diferentes especies de animales y los seres humanos.
En el caso de la Gripe Aviar, la transmisión se produce por el contacto directo o indirecto del ser humano con aves infectadas o a través del ambiente y superficies contaminadas por materia fecal. El desplume, la preparación de aves de corral para consumo –especialmente en ámbitos doméstico-, o la manipulación de cadáveres, representan posibles factores de riesgo.
En las personas, los síntomas pueden presentarse como una infección leve en las vías respiratorias superiores (fiebre y tos), dolor de garganta e inflamación ocular. En los casos más comprometidos suele aparecer una neumonía grave, dificultades respiratorias agudas, hasta un episodio de “shock” e incluso la muerte.
El virus de la influenza es termolábil, es decir, muere con las altas temperaturas. El consumo de pollo, pavo o pato bien cocidos no representa una amenaza. Al igual que la carne, la cocción en el huevo se encarga de destruir el virus.
En el ser humano, la prevención comienza por no tocar aves potencialmente enfermas o muertas. A su vez, no debemos tomar contacto con sus secreciones ni faenar aves desconocidas.
En caso de tener sospechas sobre aves enfermas por Gripe Aviar, es recomendable denunciar o dar aviso al teléfono 11-5700-5704, perteneciente al SENASA, Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria.
Asesoría de Epidemiología de OSDOP
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