Los factores se pueden dividir en dos grandes grupos: los modificables (hipercolesterolemia, tabaquismo, diabetes, hipertensión arterial, obesidad y sedentarismo) y los NO modificables como la edad, el sexo y los antecedentes familiares.
Cuando mencionamos los factores de riesgo no modificables hay que tener en cuenta:
¿Cuál es la importancia de estos factores de riesgo?
Principalmente, reconocerse dentro de alguno estos grupos resulta una advertencia para mejorar o evitar los factores de riesgo modificables.
En los últimos años, se ha comprobado el aumento de la enfermedad cardiovascular en la mujer. En mayores de 60 años, la hipertensión arterial es más prevalente en la mujer y mucho más difícil de controlar. Además, el riesgo cardiovascular se incrementa más después de la menopausia.
En Argentina, la mortalidad por causas cardiovasculares en mujeres representa el 33%, superando la mortalidad por cáncer que releva el 18%.
Respecto a los factores de riesgo modificables en las mujeres, el 36% son fumadoras, el 30% tienen colesterol elevado, y la tercera parte tiene sobrepeso. En el 10% de los casos las personas tienen diabetes y dos terceras partes son personas sedentarias.
También podemos advertir que a partir de los 40 años, en algunas mujeres se manifiestan problemas de aceptación personal, tanto en el plano física como mental, generando ansiedad y depresión que se suman a los factores de riesgo cardiovascular.
Asesoría de Epidemiología de OSDOP
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