Con la primavera llegan los días cálidos, ideales para hacer ejercicios físicos al aire libre. En muchas ciudades del país, los fines de semana de maratones demuestran que correr es una de las actividades aeróbicas más adoptadas por las personas jóvenes y adultas.
Además de ser accesible, no necesita equipos ni horarios fijos, posee destacados beneficios tanto para el cuerpo y el organismo como para la salud mental de las personas.
En niñas, niños y adolescentes, estimula el crecimiento y colabora al desarrollo saludable de músculos y huesos. En adultos, correr colabora en la prevención de enfermedades cardiovasculares como hipertensión e infarto, diabetes tipo 2, sobrepeso y algunos tipos de cáncer como de colon o mama.
Más allá de su incidencia en mantener un buen estado físico, salir a correr tiene impacto tanto a nivel emocional como cognitivo. Sea a través de un trote liviano o a una velocidad intensa, genera una respuesta química en el cerebro, que libera endocannabinoides —vitales para el equilibrio interno del cuerpo— y endorfinas, que alivian el dolor y producen la sensación de bienestar.
Por otra parte, hacerlo con regularidad ayuda a mejorar funciones cognitivas como la atención y la memoria. También estimula la motivación, ayuda a controlar las emociones, reduce la ansiedad y mejora el sueño. En algunos casos, puede aliviar cuadros de depresión y reforzar la autoestima.
Aunque el esfuerzo físico haya sido leve, después de caminar, trotar o correr, es necesario realizar ejercicios de elongación. Solo así puede darse por concluido un buen ejercicio físico.
El estiramiento no solo ayuda a prevenir molestias, sino que también favorece la recuperación del cuerpo. Durante el ejercicio, los músculos se contraen y se producen las microlesiones que permiten posteriormente su fortalecimiento. Al estirar, los músculos disminuyen su rigidez, se relajan y evitan que las lesiones lesiones mínimas se agrupen y generen tensión, disminuyendo el riesgo de lesiones.
A su vez, el estiramiento reduce los ácidos lácticos que producen el dolor post ejercicio. Otros de sus beneficios destacables son la mejora de la flexibilidad, la movilidad articular y la circulación sanguínea.
Fuentes
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