La exposición a ciertas sustancias puede provocarnos reacciones alérgicas que, en principio, no deberían ser perjudiciales para nuestro organismo. La mayoría de las personas, en contacto con alguno de estos alérgenos, no desarrolla ningún tipo de respuesta. La persona con alergia posee una sensibilidad especial a estas sustancias.
¿Qué provoca la reacción? El sistema inmunitario de la persona considera que el alérgeno le provocará un daño al organismo. Produce entonces una reacción para combatirlo, como si se tratara de un agente patógeno.
Hay que considerar que cada sistema inmunitario responde de una forma específica. A su vez, la magnitud y gravedad de la alergia va a depender de cada uno de nosotros.
Si bien en algunos casos la respuesta puede ser una inflamación leve, en otros puede ser intensa, desencadenando, por ejemplo, un shock anafiláctico. Esto puede poner en peligro la vida de la persona.
Las alergias no tienen tratamiento. Conocer el alérgeno que la provoca nos va a permitir evitar su contacto como forma de prevenir dichos episodios. Por otro lado, algunos medicamentos recetados por el médico pueden disminuir sus síntomas.
En el mundo, se estima que entre el 20 y el 40% de la población padece algún tipo de alergia. Según expertos de la Organización Mundial de Alergia, estas cifras aumentarán en las próximas décadas. ¿Por qué razón? El impacto del cambio climático, la alimentación inadecuada y el uso de medicamentos de manera indebida están entre los factores más determinantes.
En nuestro país, la Asociación Argentina de Alergia asegura que el 20% de la población adulta padece esta enfermedad. Este porcentaje creció considerablemente en la última década.
Uno de los problemas de esta patología es que, por lo general, se diagnostica poco. La escasez de consultas hace que el tratamiento de las alergias se haga tarde, muchas veces cuando la persona ya presenta complicaciones.
Asesoría en Epidemiología de OSDOP
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