Tanto el cambio climático como el continuo avance del hombre sobre los espacios naturales han propiciado una invasión de mosquitos entre nosotros.
En Argentina estábamos habituados al mosquito Anopheles. Este insecto puede estar infectado por un parásito conocido como Plasmodium, que transmite el paludismo. La hembra del mosquito inocula el parásito al picar a las personas. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/ o dolor de cabeza.
Sin embargo, en la actualidad han aparecido dos especies de mosquitos que generan preocupación para nuestra salud. Se trata del Aedes Albifasciatus, trasmisor de la Encefalitis Equina del oeste, y el Aedes aegypti, responsable del contagio del Dengue, el Zika y la fiebre Chikungunya.
Se trata de un mosquito territorial que no vuela más allá de 100 metros. Esto hace que su eliminación resulte fácil y económica. Mientras el descacharrado evita su propagación a través del agua acumulada, tirar agua hirviendo en desagües también permite eliminar sus larvas. A su vez, podemos intensificar el uso de espirales, repelentes e insecticidas, y fumigar las plantas con una cucharadita de lavandina diluida por cada litro de agua.
Pueden ser señales de haber contraído el dengue la fiebre acompañada de nauseas o vómitos, el dolor de cabeza, muscular, abdominal o detrás de los ojos, y las erupciones en la piel.
Recordemos que esta enfermedad viral no tiene ningún tratamiento específico. Se trata de forma sintomática, por lo que tampoco debemos auto-medicarnos. La fiebre y los dolores no deben tratarse con analgésicos tipo aspirina u otro tipo de antiinflamatorios. Solo se recomienda el Paracetamol, y tomar abundante agua para estar bien hidratados.
Para bajar la fiebre podemos utilizar paños fríos en las axilas y en las ingles, y rápidamente, consultar con un profesional médico. Cuando la persona se enferma por segunda vez, la enfermedad resulta más grave. En estos casos puede derivar en una Dengue Hemorrágico, con sangrado interno. En algunos casos puede ser mortal.
Si viajamos a regiones que estén cursando un brote de la enfermedad, además de las medidas preventivas antes mencionadas, existe una vacuna a virus atenuados. La misma sirve contra los cuatro serotipos de Dengue. Debe aplicarse en dos dosis con intervalos de tres meses. Menores de cuatro años y mujeres embarazadas no deben aplicarse la vacuna.
El Zika es una enfermedad viral trasmitida por la picadura del mosquito Aedes. Sus síntomas son la fiebre, el dolor y la inflamación articular. En este caso, la persona solo se enferma una vez, y sus dolores son menos intensos que el Dengue.
Tampoco tiene un tratamiento específico, solo sintomático. A los pacientes se les recomienda mantener un adecuado estado de hidratación y reposo.
Por su parte, el término “chikungunya” hace referencia a “la persona que se encorva”. Los pacientes infectados por el virus pueden adquirir esa postura debido a los dolores intensos que provoca. En algunos casos, puede derivar en una discapacidad.
Esta enfermedad comienza en forma brusca con fiebre y dolores. A su vez, se divide en tres fases: aguda, subaguda y crónica.
Los dolores articulares pueden permanecer durante mucho tiempo, especialmente en individuos con artritis. Al igual que el Dengue y el Zika, no tiene tratamiento específico. También se recomienda permanecer en reposo, tomar analgésicos como el Paracetamol y mantener una adecuada hidratación.
Asesoría en Epidemiología de OSDOP
Más medidas para prevenir el dengue.
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