El mito de los suplementos oncológicos

Tanto en farmacias como a través de comercios online se está dando un crecimiento de la oferta de suplementos minerales y vitaminas que, según publicitan, pueden protegernos contra el cáncer. ¿Son realmente efectivos estos productos ante enfermedades oncológicas?

Muchos pacientes se acercan a la consulta médica cargando una bolsa llena de mercadería. Toman dichos suplementos por sus “maravillosos” efectos curativos o preventivos.

Al respecto, la Comisión de Servicios Preventivos de Estados Unidos (USPSTF) ha realizado una extensa evaluación de la evidencia científica de sustenta tales recomendaciones. En las mismas no se han encontrado beneficios relevantes como para justificar la ingesta de estos suplementos. En algunos casos, incluso, su consumo podría ser perjudicial.

Por ejemplo, el uso de betacarotenos (precursores de la Vitamina A) está asociado a un mayor riesgo de cáncer de pulmón en algunos pacientes susceptibles a dicha enfermedad.

La inocuidad como factor de decisión

A pesar de su eficacia no demostrada, algunas personas aceptan tomarlos por considerarlos inocuos. En este punto, invitamos a reflexionar sobre la toma de suplementos por sus beneficios o, simplemente, porque no hacen mal.

Asimismo, deberíamos desmitificar la segura inocuidad de muchos de estos productos. Algunos pueden generar inflamación de hígado, interfiriendo en el metabolismo de otros medicamentos que podamos estar consumiendo.

También pueden retrasar tratamientos oncológicos necesarios por considerar que lo “natural” es mejor siempre. Muchas veces nos otorgan una sensación de seguridad que aleja otras medidas de prevención con una efectividad demostrada, como una dieta saludable o la actividad física regular.

En definitiva, no importa lo convincente que parezcan los vendedores de estos productos o cuan atractiva sea su publicidad. Siempre debemos discutir el tema con nuestro médico de referencia. A los profesionales de la salud también nos sirve actualizarnos sobre los productos que están en circulación. Así podemos neutralizar la desinformación que se difunde desde el mercado.

Asesoría en Epidemiología de OSDOP

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