En Argentina, el Ministerio de Salud de la Nación acompaña las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sobre alimentación con lactancia exclusiva (LE) hasta los 6 meses de edad. Asimismo, continuar recibiendo lactancia hasta los 2 años o más, complementando al resto de los alimentos. Así, desde la primera infancia se eleva las oportunidades para una adecuada nutrición. También se maximiza la protección contra enfermedades.
A través del Artículo 177 de la Ley de Contrato de Trabajo (N°20.744/1976), se establecen “90 días de licencia por maternidad con goce de sueldo”. A su vez, apoya y protege la lactancia una vez finalizada la licencia. “Toda trabajadora madre de lactante podrá disponer de dos (2) descansos de media hora para amamantar a su hijo, en el transcurso de la jornada de trabajo, y por un período no superior a un (1) año posterior a la fecha del nacimiento”, señala en su Artículo 179. Asimismo, se establece que el lapso puede prolongarse si existen razones médicas que lo requieran.
Mientras el 97% de las niñas y niños inicia la lactancia, solo el 44% son amamantados por las madres de forma exclusiva entre el nacimiento y los 6 meses[1]. La reincorporación al trabajo resulta uno de los motivos principales para el abandono de la lactancia.
Las personas que desean amamantar y trabajar deben enfrentan dificultades. Por ejemplo, la falta de espacios acondicionados para la extracción de leche en la escuela. Un lactario higiénico y privado con comodidades mínimas para garantizar la extracción durante la jornada laboral. De esta manera, se ayuda a la madre trabajadora a evitar que los pechos se lastimen por acumulación de leche. También que la producción disminuya por falta de estímulos.
Estos espacios no requieren grandes inversiones en infraestructuras. Sí del apoyo de la institución y las compañeras y compañeros de trabajo. Por su parte, otros miembros de la familia pueden colaborar con la madre practicando técnicas para alimentar al bebé. El uso de biberón evita que la vuelta al trabajo represente un desafío aún más grande.
Todos podemos ayudar difundiendo información, respetando la Ley de Contrato de Trabajo y colaborando para que la madre y el bebé puedan tener una experiencia de lactancia respetuosa.
[1] “Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud”, Ministerio de Salud de la Nación. Buenos Aires, 2019.
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