La leche materna es el primer alimento saludable que recibe una persona desde su nacimiento. Su composición garantiza una nutrición óptima. Además, la lactancia protege al bebé de enfermedades ya que posee anticuerpos y otros componentes que favorecen la capacidad de defensa.
Entre las características que hacen la vuelven irreemplazable, contiene proteínas que no desencadenan alergias (frecuente en fórmulas con leche animal). También posee anticuerpos y células funcionantes (glóbulos blancos) que ayudan a proteger de infecciones, bacterias y oligosacáridos. De esta manera, contribuye a conformar una microflora intestinal saludable. De esta manera, se estimula la absorción de nutrientes en el lactante.
La leche materna es única por su composición adaptativa al horario del día y al crecimiento del bebé. De forma constante, modifica su composición según los requerimientos del lactante. A lo largo del tiempo se adapta a las necesidades evolutivas de las niñas y niños.
La primera semana de agosto se celebra esta fecha para recordar el impacto que tiene la leche materna en la salud de los bebés. También el derecho de las madres a que su trabajo remunerado sea adaptado a estas nuevas necesidades. Bajo el lema “Promover y sostener la lactancia al volver al trabajo”, se busca acompañar a las trabajadoras en su reincorporación laboral sin afectar la lactancia de sus hijos.
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