Además del dengue, el mosquito Aedes aegypti puede transmitir a las personas otras dos enfermedades virales: el zika y la fiebre chikungunya. Si bien algunos de los síntomas son similares, tienen distintas formas de afectar al organismo humano. Entonces, ¿cuáles son las diferencias entre dengue, zika y chikungunya?
A diferencia del dengue y la chikungunya, que se transmiten solo a través de la picadura del mosquito, el zika también puede contagiarse entre personas a través de las relaciones sexuales. Es por ello que, además de las medidas de prevención contra el mosquito (consultar aquí), el uso de preservativo es fundamental para que la persona contagiada no transfiera la enfermedad a otro durante el acto sexual.
Los síntomas del zika pueden manifestarse de forma moderada o aguda durante 3 a 12 días posteriores al contagio. La fiebre, el decaimiento general y los dolores en la cabeza, el resto del cuerpo o en las articulaciones (principalmente en manos y pies) pueden estar acompañados por conjuntivitis sin pus, sarpullido o inflamación en los miembros inferiores. A su vez, esta enfermedad puede provocar problemas neurológicos.
En el caso de la chikungunya, la fiebre es mayor a 38°C, el dolor en las articulaciones (especialmente manos y pies) es intenso y se pueden generar inflamaciones. También puede conllevar dolor de cabeza o muscular, y sarpullidos en la piel. Los síntomas suelen comenzar a manifestarse de 3 a 7 días después de la picadura del mosquito. Si bien en algunos casos los dolores en las articulaciones persisten por mucho tiempo, la mayoría de los pacientes mejoran después de atravesar la primera semana de la enfermedad.
En Argentina existen más de 200 especies de mosquitos. Solo el Aedes aegypti es transmisor de estas enfermedades. Si bien este insecto suele alimentarse durante las primeras horas del día y al atardecer, también puede buscar saciarse por la noche o en otras horas del día.
Durante el período invernal los mosquitos adultos reducen su actividad. Con temperaturas de -12° mueren junto a sus larvas. Sin embargo, sus huevos pueden atravesar bajas temperaturas y esperar hasta estaciones más templadas para desarrollarse.
Deficiencias en la higiene de los espacios al aire libre, la falta de redes de agua potables o la acumulación de basura por la escasa o nula recolección y procesamiento son condiciones que benefician la presencia y propagación de los mosquitos. Pero los sectores sociales más humildes no son los únicos en riesgo de contraer dengue, zika y chikungunya. A diferencia de lo que suele suponerse, el mosquito Aedes aegypti no se cría en charcos, zanjas o pozos de agua. Su hembra deposita los huevos en paredes de cualquier recipiente artificial que acumule agua. Por lo tanto, sus larvas y pupas pueden desarrollarse en macetas, baldes, bebederos de mascotas, regaderas o tanques de agua expuestos a lluvias o que contengan restos de líquido. En este sentido, resulta fundamental evitar que el agua se acumule por varios días y cepillar con frecuencia las paredes de dichos recipientes.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.
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