A lo largo de la vida, nuestro metabolismo puede ser modificado por cambios en nuestra alimentación, temperatura y hormonalidad. El momento fisiológico en que nos encontremos también es un factor a tener en cuenta en los cambios metabólicos. En este sentido, el metabolismo en el embarazo lleva a cabo cambios significativos en favor del bienestar de la madre y el bebé.
En este sentido, no solo el crecimiento y el envejecimiento influyen. El embarazo y la lactancia producen cambios hormonales que afectan la velocidad en que se produce el metabolismo.
Si repasamos brevemente, el metabolismo se define como las reacciones químicas que los seres vivos efectuamos dentro de las células. Esto nos permite sintetizar y degradar las sustancias que ingresan a nuestro organismo, contribuyendo a la producción de la energía y los materiales que necesitamos para crecer, reproducirnos y mantenernos sanos.[i]
Durante el embarazo se puede desarrollar un estado anabólico de aumento de reservas, con pequeños incrementos de la sensibilidad a la insulina. ¿A qué se debe? El cuerpo tiene como fin almacenar energía. Este aumento basal del metabolismo es muy importante porque es lo que va a permitir el desarrollo del feto.
Como correlato, la mujer embarazada aumenta su temperatura. Las altas concentraciones de hormonas ocasionan que las células del páncreas fabriquen más insulina, en respuesta a la ingesta de esos alimentos.
Asesoría en Epidemiología de OSDOP
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[i] Para profundizar más sobre el metabolismo y sus funciones te invitamos a leer la siguiente nota.