El sueño es un pilar fundamental en el estado de salud de las personas. Durante el descanso, nuestro cerebro trabaja procesando los aprendizajes adquiridos mientras estuvimos despiertos. Además, consolida áreas de la memoria. Entonces, ¿qué sucede cuando se presentan alteraciones en el sueño de los docentes?
Un mal dormir no solo afecta nuestro desempeño en el aula y motiva situaciones de desgano y cansancio. Estos son apenas algunos de los síntomas de un organismo que tampoco está funcionando de manera correcta.
Por no haber pasado una buena noche, podemos notar con facilidad que se nos dificulta desempeñar funciones básicas mientras damos clases. Concentrarse, recordar contenidos o explicar consignas de maneras sencillas son algunos síntomas comunes entre los docentes afectados.
La falta de descanso se hace notoria con el mal humor, o cuando percibimos disminuir nuestro umbral de paciencia. También podemos tener reacciones que no nos son propias, ya sea con alumnas y alumnos, compañeras y compañeros de trabajo o seres queridos.
El mal sueño en los docentes hace que tengamos problemas para tomar decisiones y resolver cuestiones en el ámbito de la escuela o en nuestro hogar. Suele hacerse evidente que necesitemos más tiempo para finalizar tareas, sobre todo en época de planificaciones y cuando elaboramos o corregimos exámenes. Además, podemos tener reacciones más lentas, y comentar errores se vuelve algo más frecuente.
Además de interferir en nuestro desempeño laboral, la convivencia y las relaciones sociales y familiares, la deficiencia de sueño puede auspiciar accidentes que pongan en peligro nuestra vida y la de terceros. De hecho, es una de las causas principales de accidentes de tránsito.
Por otro lado, cuando estas alteraciones al dormir se vuelven repetidas o habituales, y se prolongan en el tiempo, aumentan el riesgo de sufrir problemas crónicos de salud.
Un buen dormir nos ayuda a estar concentrados, enfocados, y sentirnos alertas y optimistas. Mejora la calidad de vida, nuestra confianza y seguridad con nosotros mismos. Colabora también en mantener relaciones buenas y sanas con nuestros compañeras y compañeros, con nuestras alumnas, alumnos, entre otros ámbitos.
Si percibe alteraciones en el sueño, se recomienda consultar a un médico para que lleve a cabo el diagnóstico y, de ser necesario, prescriba un tratamiento.
Colaboración con el equipo de Asesoría de Epidemiología de OSDOP
¿Querés conocer más notas sobre hábitos saludables para los docentes? Ingresá aquí.
Te invitamos a visitar nuestro Canal de YouTube donde se puede acceder a videos sobre prevención y salud de los docentes.