Las investigaciones realizadas por el Departamento CyMAT de SADOP Nación durante los años 2013/2020, sobre Condiciones de Trabajo y Salud de las y los docentes privados muestran que forzar la voz es una de las exigencias más importantes que mencionan las y los docentes en el desarrollo de su tarea.
En la Primera Encuesta Nacional sobre CyMAT de los Docentes Privados del año 2013, surge que más del 60% de las y los docentes manifestó la necesidad de forzar la voz durante su jornada de trabajo.
Asimismo, dicha investigación revela que una de las principales enfermedades del colectivo docente de gestión privada son las patologías relacionadas con el uso de la voz. El 36% de las y los maestros de primaria y el 41% de los profesores y profesoras de secundaria padecieron disfonías o nódulos en las cuerdas vocales. Asimismo, el 60% de las y los maestros y 45% de las y los profesores, reconoce que esta enfermedad está relacionada con su trabajo.
En la voz de los docentes, las alteraciones se producen por el mal uso del aparato de fonación, la faringe y la laringe. Hablar con tono y volumen elevado desemboca, en principio, en una disfonía. Si esta enfermedad se mantiene de forma continua, se puede producir una lesión crónica. Así aparecen los nódulos o pólipos en las cuerdas vocales. Con frecuencia, esta afección requerirá cirugía.
Para evitar el deterioro del aparato de fonación, los docentes deberían realizar una reeducación de la voz. Además, es necesaria una adecuada acústica del sitio de trabajo. Hay que evitar tanto los ruidos externos de la calle como el bullicio interno de las aulas. Si es necesario, solicitar la provisión de micrófonos para el docente que lo requiera. Por otro lado, una adecuada climatización de las aulas también colabora en la salud de la voz.
Entre los hábitos que se pueden adquirir con facilidad, se sugiere beber abundante cantidad de agua. Evitar el tabaco y el alcohol ayudan considerablemente al cuidado de la voz. Hay que evitar forzarla y nunca carraspear. Hablar de forma pausada, cambiando la entonación, permite mantener la atención de los alumnos sin sobreexigir las cuerdas vocales. También es aconsejable hablar de frente al estudiante al cual va dirigido el diálogo.
Una buena formación en el uso de la voz puede incluir ejercicios respiratorios y vocales. A su vez, en las horas libres debemos intentar no hablar. Un buen descanso nocturno es fundamental para todo nuestro organismo. En el personal docente afectado, se sugiere el uso de amplificadores. En caso de sentir afecciones en la voz, un laringólogo puede prepararnos una rutina un entrenamiento vocal.
La Ley de Riesgo de Trabajo incluye dentro del listado de Enfermedades Profesionales propias de la docencia las afecciones de la voz por sobrecarga. Estas enfermedades pueden ser disfonías crónicas, que se intensifican durante la jornada laboral, o disfonías con lesiones en las cuerdas vocales por edema, pólipos o nódulos.
Para informarte sobre el Protocolo sobre Disfonías podes acercarte a tu delegación más cercana de SADOP.