La alergia puede ser provocada por diversos tipos de alérgenos. Los más comunes son los pólenes, los ácaros y los hongos ambientales. También podemos ser alérgicos a picaduras de insecto, la caspa de los animales y el látex. Algunos alimentos pueden resultar alérgenos frecuentes, como también los productos químicos, entre ellos los medicamentos.
El asma alérgico, la alergia de piel (dermatitis atópica), la poliposis nasal, la rinitis alérgica y la urticaria crónica responden a diferentes tipos de alergia. Sus síntomas pueden ser estornudos, congestión y drenaje nasal. También pueden manifestarse con enrojecimiento de la piel, las mucosas y ojos con lagrimeos. A estos síntomas lo pueden acompañar tos seca, silbidos respiratorios con dificultad inhalar o exhalar.
En determinadas épocas del año, muchas de las situaciones de alergia se exacerban. Las estaciones de otoño y primavera suelen estar asociadas a la aparición de síntomas de alergia, sobre todo por la gran cantidad de pólenes que circulan, ocasionando las rinitis alérgicas.
La principal recomendación es evitar tomar contacto con los alérgenos conocidos. Podemos hacerlo aspirando los ambientes para evitar que vuele el polvo. Limpiar los filtros del aire acondicionado y evitar el uso de productos químicos ambientales. Eliminar los insectos de la casa para evitar picaduras.
Cuando lavamos ropa debemos enjuagarla bien, especialmente si utilizamos jabones de baja espuma. La ropa colgada a la intemperie debe ser sacudida antes de incorporarla al hogar, sobre todo en meses de polinización.
Tenemos que limpiar nuestras fosas nasales de manera frecuente, especialmente antes del descanso nocturno. También es recomendable lavar las sábanas y ropa de cama por lo menos una vez por semana para evitar la acumulación de alérgenos.
Para el tratamiento de las alergias se pueden utilizar medicamentos como antihistamínicos, tanto locales (espray nasal, cremas) como sistémicos (en comprimidos).
Los síntomas de las alergias pueden ser confundidos con otras patologías. Si los tenemos, lo mejor siempre es consular con un médico.
Asesoría de Epidemiología de OSDOP
Otras notas: Bienvenida primavera… ¿y la alergia?