La vida en la ciudad suele estar auspiciada por el tránsito caótico, la ligereza de los transeúntes, y una atmósfera cargada de contaminación sonora y en las partículas del aire. Cuanto más grande y poblada es la localidad, más asfixiante parece ser su medio ambiente. Pasar la tarde en el parque, realizar actividades en espacios verdes o simplemente disfrutar de la naturaleza tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y en el cuerpo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la accesibilidad a un espacio verde urbano reduce el estrés y facilita la capacidad de prestar atención y concentrarse. Puede ser un lugar natural o hecho por intervención del hombre. Lo importante es que sea tranquilo, restaurador, sereno.
Un terreno donde predomine la presencia de árboles, plantas y todo tipo de vegetación, pero que incluya zonas de recreación. Desde bosques y selvas hasta parques y jardines, el ambiente posibilita caminatas, juegos al aire libre, andar en bicicleta o simplemente relajarse y admirar la naturaleza.
Llevar a cabo actividades recreativas en estos espacios verdes reduce la morbilidad, la mortalidad cardiovascular, la obesidad y el riesgo de padecer Diabetes tipo 2. Además, utilizar habitualmente estos lugares mejora el estado de ánimo y disminuye la posibilidad de caer en un estado de depresión.
A su vez, los espacios verdes pueden mejorar el curso de los embarazos. También facilitan una mejor función cognitiva en la infancia, en las personas mayores, y en el desarrollo de bebés más sanos.
Además de los beneficios a la salud, los espacios verdes urbanos reducen los contaminantes ambientales. Tienen un impacto directo en la ciudad mejorando la calidad del aire y filtrando el agua de las lluvias para reducir la posibilidad de inundaciones. También son beneficiosas para la biodiversidad de plantas y animales que habitan la ciudad.
Mientras la OMS sugiere que las ciudades o pueblos tengan un área mínima de 9 m2 de áreas verdes por habitante, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) extiende este valor ideal hasta 16 m2.
Todos estos beneficios a la salud se diluyen si nosotros como ciudadanos no cuidamos estos espacios verdes. Mantener la limpieza, quitar malezas, sembrar nuevas plantas, controlar las plagas, entre otras acciones, va a permitir que la población pueda disfrutar estas áreas favorables para nuestro bienestar y el del planeta.
Asesoría en Epidemiología de OSDOP
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