Cuando hablamos de salud mental no podemos reducir el tema a la ausencia del problema. La salud mental es un estado de bienestar emocional, psíquico y social, que configura la forma en cómo pensamos, sentimos y actuamos, y nos permite llevar adelante los desafíos que la propia vida nos propone. Nos permite hacer frente a situaciones de estrés, superar momentos difíciles, establecer vínculos interpersonales y desarrollar nuestras habilidades.
También es un derecho humano fundamental. La falta de atención y servicios en salud mental tiene efectos sanitarios enormes para las personas, sus familias, las comunidades y la sociedad en general.
Por eso todos tenemos la responsabilidad de reconocer y entender los padecimientos mentales. Romper con los estereotipos, las falsas creencias. Debemos trabajar como sociedad en los prejuicios, evitar la estigmatización hacia las personas con padecimientos mentales.
Los procesos mentales son complejos y subjetivos. Cada persona experimenta sus dificultades, temores y angustias de manera diferente. Muchas personas, de vez en cuando, manifiestan problemas en su salud mental. Pero hablamos de padecimiento mental cuando los signos y los síntomas se hacen permanentes, causan angustia, ansiedad o estrés y afectan la capacidad de funcionar normalmente.
Los trastornos mentales están entre las cinco primeras causas de enfermedad en América según estudios realizados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En la actualidad, el alcohol y la depresión son las afecciones más frecuentes en torno a la salud mental.
En Argentina, 1 de cada 3 personas mayores de 20 años reconoce tener problemas en su salud mental. Los trastornos de ansiedad, las alteraciones en el estado de ánimo y los problemas de consumo de sustancias están entre las problemáticas más habituales.
Pero es importante saber que el padecimiento mental no es irreversible. Si bien puede afectar de modo parcial y transitorio la vida de una persona, el apoyo que podemos brindar como sociedad puede ser fundamental para su recuperación.
Fuentes
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