Tal vez haya quedado lejana la costumbre de obsequiar una manzana a la maestra. Tal vez muchas no hayamos recibido frutas antes de comenzar la clase. Sin embargo, no estaría mal cambiar el café y los panificados durante el recreo por una banana o manzana.
Los nutricionistas aseguran que el desayuno representa la comida más importante del día. Un jugo natural de fruta sin azúcar agregada va a resultar el complemento ideal para comenzar el día con la energía necesaria.
En casa, una buena recomendación es tener una frutera a la vista con variedad de opciones y colores. De esta manera es más fácil “tentarse” sin caer los panificados o los dulces industriales. También puede resultar un buen ejemplo para las niñas y niños de la casa.
Las frutas de estación no solo son más accesibles y económicas, además tienen mejor calidad por estar en su momento justo de maduración. En estos momentos conservan mejor los minerales, las vitaminas y la fibra que aportan a nuestra dieta.
Durante los meses más calurosos del año, en Argentina se cosechan manzanas, peras, uvas, higos, sandía, melón, mamón, ananá, ciruela, duraznos, pelones y damascos. Todavía se consiguen naranjas y limones, y es época de los deliciosos frutos rojos: frambuesas, moras, arándanos, frutillas y cerezas.
¿Qué beneficios tienen estos alimentos? Son bajos en grasas y calorías. El verano es un buen momento para hacer licuados frescos. Para el postre también se pueden combinar como pinchos o en ensalada de frutas.
En general, son alimentos cómodos para transportar, preparar en viandas y consumir fuera del hogar. Durante los días de calor nos aportan frescura y colaboran con la hidratación.
Incluir una porción o unidad de frutas en nuestro desayuno o merienda, como colación a media mañana, antes de cenar o como postre, resulta un gran hábito hacia una alimentación saludable.
¿Querés saber por qué es importante una buena hidratación? Te invitamos a leer la siguiente nota.