El 14 de junio de cada año se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. La intención es agradecer a los donantes voluntarios no remunerados y concientizar de la necesidad de donar sangre de manera regular. De esta manera, se busca garantizar la disponibilidad de sangre y sus productos, su calidad y seguridad.
Las transfusiones de sangre y sus derivados ayudan a salvar millones de pacientes con enfermedades potencialmente mortales. También prolongar la supervivencia o mejorar la calidad de vida. La sangre donada posibilita la realización de intervenciones médicas y quirúrgicas complejas. Además, dan respuesta a emergencias por desastres naturales y permite la atención de embarazadas.
Los servicios de Hemoterapia son los encargados de recibir, clasificar y conservar la sangre y sus derivados para ser distribuidos según las necesidades. La colaboración de donantes regulares y voluntarios le permite a los servicios asegurar el suministro suficiente de sangre.
En Argentina, el 1,5% de la población es donante de sangre. Este número está muy por debajo del 8 ó 10% necesario.
La sangre no se puede fabricar y solo se obtiene mediante personas solidarias dispuestas a donarla. Para que nunca falte sangre, las donaciones regulares son imprescindibles. A su vez, hay que considerar que no todas las personas pueden ser donantes.
¿Quiénes pueden hacerlo? Cualquier persona, hombre o mujer, que tenga entre 18 y 65 años de edad, pese más de 50 Kg y se sienta bien de salud al momento de la extracción. No se puede donar cuando se tiene un resfriado, gripe, dolor de garganta, úlceras bucales, infección gástrica o cualquier otra infección. Tampoco pueden donar aquellas personas que padezcan enfermedades transmisibles por sangre (Hepatitis, Chagas, etc.), haber tenido relaciones sexuales con parejas ocasionales, no consumir drogas endovenosas ni haberse realizado tatuajes, perforaciones o escarificaciones cutáneas recientemente (un año).
Se puede donar con un intervalo mínimo de dos meses. Mientras los hombres pueden donar hasta cuatro veces en un año, las mujeres pueden hacerlo tres.
En el mundo, la causa más común de rechazo de donación es la hemoglobina baja. Sin embargo, la localización demográfica conduciría aplazamientos específicos.
Patologías crónicas como la hipertensión arterial, el asma y la epilepsia, si se encuentran compensados y libres de síntomas, no nos eximen de ser donantes. Tampoco aquellos que hayan padecido mononucleosis infecciosa simple -sin complicaciones- más de seis meses atrás. Las personas con Hepatitis A, al igual que el VPH (Virus del Papiloma Humano), pueden ser donante ya que no son enfermedades transmisibles por sangre.
En todos los casos se recomienda consultar al profesional que realiza la entrevista previa a la donación.
Asesoría de Epidemiología de OSDOP
Podés informarte, consultar lugares, fechas y horarios de atención en todo el país llamando al 0800-222-1002.
También a través del siguiente link a la página del Ministerio de Salud de la Nación.
Más información sobre donación de sangre en la página del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y del Ministerio de Salud de la Nación.
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